Cuando todo estaba oscuro, ¡ay como brillaba tu alma!. Hoy se apagaron tus luces, ya no te brilla nada. Me convencías de todo, me transmitías confianza, de todo eso que era tuyo... ya no te queda nada! Ya no sobran como antes las ganas de abrazarte. Ya no sobran como antes las ganas de mirarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario