domingo, 11 de diciembre de 2011

Te espero. Siempre te espero. Vos seguís con 
tu vida, y yo sigo esperándote. Y venís, 
es cierto, a veces venís. Porque vos podés venir 
cuando querés, yo, en cambio, sólo puedo 
estar para cuando vos vengas. No sé si te 
quiero, o si sólo quiero lo que quise, o si quiero 
no quererte, o si quiero no querer dejar de 
quererte y ya lo hice hace tiempo. Volvés y me 
provocás sentimientos únicos, de los cuales me 
cuesta desprenderme. Me hacen sufrir, pero de 
alguna manera también me dan vida, y no sé 
cómo hay que elegir. Creo que ya no sé quién 
sos, y me niego a aceptarlo. Y ya no sé quién 
soy cuando estoy con vos. Ojalá no hubieras 
vuelto, ojalá no así. Y sin embargo, ahora que 
estás, no puedo dejarte ir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario