Te espero. Siempre te espero. Vos seguís con
tu vida, y yo sigo esperándote. Y venís,
es cierto, a veces venís. Porque vos podés venir
cuando querés, yo, en cambio, sólo puedo
quiero, o si sólo quiero lo que quise, o si quiero
no quererte, o si quiero no querer dejar de
quererte y ya lo hice hace tiempo. Volvés y me
provocás sentimientos únicos, de los cuales me
cuesta desprenderme. Me hacen sufrir, pero de
alguna manera también me dan vida, y no sé
cómo hay que elegir. Creo que ya no sé quién
sos, y me niego a aceptarlo. Y ya no sé quién
soy cuando estoy con vos. Ojalá no hubieras
vuelto, ojalá no así. Y sin embargo, ahora que
estás, no puedo dejarte ir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario